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sábado, 20 de octubre de 2012

Canelo -




Canelo

En una mañana aun fresca del mes de Mayo, procedente de Sur América,
llegaba un avión al Sur de la Florida, para muchos, una mañana cualquiera, para una familia,
una mañana muy especial, esperada, ansiada, sufrida.  Un par de viejos arribaban
 a una ciudad extraña, una cultura conocida mas no compartida.  El ya  cansado, cansado
del trajín de la vida, ya casi sin fuerzas por el significado de ese viaje: - aquí les traigo a su madre- susurro a sus hijas, ella angustiada pero igual feliz por la unión familiar.  Atrás,  una casa conseguida después de años fuera de su patria, la entrega de una vida en paz y tranquilidad, una profesión a medias reconstruida pero que  bastaba.  La anulación completa de cierta actividad corporal y mental. 

El dia anterior al arribo, en el hogar donde los cobijaría, apareció  de no se sabe donde, un perro de raza desconocida, animal grande, ojos nobles, color canela.  Le llamaron “Canelo” como aquel fiel animal que como historia repetida, apareció en la vida de  infancia y juventud del viejo, ganándose el cariño de  todos en la casa.  Canelo, como por arte de magia, y a nivel de callejero se adueño del hogar, espero impaciente y recibió alegre a aquel cansado señor, siendo su compañero inseparable y silencioso, hasta que dos meses mas tarde y fiel a su destino: murió. 
¿Canelo quedaría solo?
Al regreso de entregar a la tierra lo que pertenece a la tierra, su cuerpo físico, Canelo…..¿Canelo?....¿Canelo, donde esta?  Había desaparecido.
Nunca apareció.  Acaso podía aparecer….existió realmente Canelo?

Por Mery Larrinua


jueves, 11 de octubre de 2012

LA MAMA GRANDE


LA MAMA GRANDE

Era la mama grande
Esa que con su inmenso cuerpo
Nos daba calor
La que consentía cada travesura
La que cada mañana se esmeraba
Con tesón
Esa que nos arrullaba
Al llanto de un regaño
La que defendía lo que no debíamos hacer
La mama grande
La que no solía quejarse
La que guardaba en silencio un dolor
La que siempre estaba
Esa que con dulzura nos entrego su mundo
Su cariño, su fervor
Esa que corrió un día a esconderse
…para no vernos partir
Esa que con lágrimas se escabulló
Para que su llanto no delatara
Su débil corazón
La negra Teresa…
Nuestra negra Teresa…
LA MAMA GRANDE
Esa…esa
Que en Cuba se quedó…

Mery Larrinua



miércoles, 3 de octubre de 2012