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jueves, 30 de septiembre de 2010

Compartir una historia - relato real

Compartir una historia - relato real

Dedicado a: M.C.

La tarde estaba lluviosa, acababan de emitir una advertencia de Tormenta Tropical para la costa de nuestro estado. Me encantaba la idea de la tormenta. Me gustaba el ambiente que se creaba a raíz de esta, en el trabajo, en la calle, y sobre todo en casa. Recuerdo el ultimo huracán que paso por nuestra zona, los preparativos, las linternas, las pilas, la recogida de agua, las reservas, y sobretodo los juegos de mesa para entretenernos todas esas horas que pasaríamos sin luz, sin todos esos aparatos electrónicos que ya eran casi imprescindibles para los miembros de la familia, incluyéndome. Era un buen motivo para dejar todas esas tentaciones y reunirnos alrededor de la mesa del comedor, a jugar, a reír, y a compartir mas tiempo del que usualmente compartíamos a la hora de cenar, que dicho sea de paso, éramos una de esas familias que habíamos podido mantener la tradición de reunirnos a la hora de cenar.

Mientras estos pensamientos me venían rápidamente, tome unos minutos de mi trabajo para descansar, abrí mi correo electrónico, “eche una ojeada” e inmediatamente me llamo la atención un correo que traía como referencia: “apellido”, lo abrí con curiosidad, se trataba de una mujer averiguando por una persona determinada con mi apellido, el cual no es común, a tal punto, que en el país al que ella hacia referencia y e que mi familia y yo habíamos dejado 44 años atrás, éramos los únicos con ese apellido. No necesite mucho tiempo para contestarle preguntándole para que deseaba esa información. En fin, no es importante mencionar cada correo que fue y vino, pero si tiene caso contarles lo que sentí al leer una simple pregunta de ella: - ¿le dice algo “tal dirección”?...- sentí latir mas fuerte mi corazón, y ¡como no sentir!, si esa dirección pertenecía a la casa de mis abuelos paternos, donde había nacido mi padre, donde habían nacido mis hermanas, donde nos habíamos criado, la única casa que conocí hasta que la dejamos hace 44 años, y que nunca mas he vuelto a ver.

Por circunstancias, cuando el último de mi familia viajo fuera del país, la casa paso a ser habitada por una familia. De acuerdo a comentarios que nos llegaron en aquella época supimos que se trataba de una muy buena familia…y… ¿que les parece? …un miembro de esa familia era ni más ni menos la persona que se estaba contactado conmigo a través de la internet.

Ha sido hermoso volver a oír hablar de esa época tan lejana, ha sido hermoso conocer a una persona con quien de alguna manera se comparte parte de la misma historia.

En uno de estos correos, supe de una “coincidencia”, y la pongo entre comillas, porque tiendo a pensar que las coincidencias no existen, que las cosas pasan por alguna razón que muchas veces no tenemos la explicación. La señora que se ha interesado en unir a través de la distancia, tiempo y desconocimiento físico, experiencias en común, me ha contado una anécdota que comparto con ustedes: ella en cierta época de su vida, pinto cuadros, y en una ocasión se inspiro en una tormenta en alta mar, pintando un cuadro que colgó en la sala de “nuestra” casa, una vecina, que tiempo atrás había sido vecina nuestra también, le comento que la familia que había vivido en esa casa, tenia un bellísimo cuadro muy parecido colgado en esa misma pared que ella había colgado el suyo.

Este relato me causo una sensación especial y textualmente le respondí así: - Ese cuadro que me hablas, lo tengo en mi mente, lo recuerdo perfectamente y es una coincidencia (aunque no creo en coincidencias), que tu hayas pintado un cuadro semejante a ese que mi abuelo le regalo a mi abuela, ese cuadro que apenas uno entraba a la casa veía, ese cuadro que tantas veces pase delante de el, jugando, brincando y que tal vez sin mirarlo se me fue grabando sin darme cuenta! Cada rincón de la casa, arriba y abajo, el patio, la mata de guanábana…ese pasillo que tanto corrimos! En fin…-

Soy una persona muy sentimental, muy de recuerdos como también de sueños, y tal vez por mi edad (ya pase la “media rueda”) estos recuerdos me hacen sentir mucha emoción, estos recuerdos me traen lagrimas de nostalgia a mis ojos, también me hinchan el pecho de sentimientos puros.

Ha sido un encuentro de recuerdos y experiencias compartidas muy bonito, y quiero a través de este corto relato, darle las gracias a ella, por haber tenido la gran idea de contactarse con alguien que ella no sabia se trataba de la misma persona. ¡Gracias M.C.! ¡Gracias por hacerme revivir lindos momentos de mi infancia!

Post Scriptum: Unos momentos antes de hacer esta entrada, abrí un correo de M.C., y decidí anexar su ultimo párrafo, refiriéndose específicamente a la anécdota de la “Marina”.

Lo copio textualmente: - Aun no paro de sorprenderme de la magia, de la fuerza, de algunas cosas (para algunos inánimes y para otros vivas) que mantienen el magnetismo para volver ser reproducidos,…La reproducción, la procreación esta en cada átomo que nos rodea, y ese pedazo de pared frente a la puerta, en aquella época me di cuenta que quería sostener aun: su barco en tempestad…-

Mery Larrinua

16 comentarios:

  1. Han quedado las fuerzas de las sensaciones que transmitía el cuadro y se han plasmado en una nueva pintura del mismo motivo, ¿habrá más coincidencias?, besos

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  2. Excelente relato, mereció la pena leer todo lo que has transmitido.


    Un abrazo.

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  3. Todo lo que relatas con tanta pasión, no es fruto de la casualidad. Las cosas ocurren cuando les llega su momento.
    Un fuerte abrazo.

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  4. La vida está llena a veces de sorpresas que nos dejan sin habla...tu relato es delicioso y aún más por los visos de realidad que conlleva...enhorabuena por la maravilla que describes...un abrazo desde azpeitia

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  5. Magnífico relato.

    Un verdadero placer

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  6. Mery que experiencia tan emotiva tiene que haber sido lo que cuentas. Si el simple hecho de caminar por la calle que alguna vez albergó nuestra casa de infancia emociona, cómo será de profundo compartir recuerdos con alguien que habita ahí.
    Besitos,

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  7. Ha sido una experiencia muy curiosa y realmente es una coincidencia de las que se dan en la vida y nos sorprendemos. Abrazos

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  8. Hola Mery:
    Un magnifico relato de una experiencia llena de emociones.
    Un placer haberlo leido.

    Saludos
    Tessa
    Me uno a tu grupo de serguidores para poder visitarte a menudo.

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  9. que interesante...las vueltas de la vida<!!!

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  10. Nota:
    En las horas de la mañana (hora local) me vi obligada a eliminar un "seguidor" y hace unas horas anule su comentario por no ajustarse a este blog.
    Mery Larrinua

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  11. muy buen relato amiga!! muy bueno!
    ahora querida amiga quiero enviarte un poema en el link que me has dejado pero no puedo por ese correo. si pudieras enviarme hotmail pues no sé como envíartelo

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  12. MUY BUENA DESCRIPCIÓN MERY
    !COSAS DE LA VIDA! PARA REMEMORAR...
    UN BESO CIELO

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  13. Hola Mery ,me encanto leer tu relato es muy emocionante todo lo que he leido en el.

    Besos de MA.

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  14. El tiempo nos hace ver con tra perspectiva la vida y saborear momentos de antes y de ahora con la calma necesaria para optenes mejores sensacines, esas que tu has sabido describir tan bien
    Un beso amiga

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  15. La casualidad no existe.
    Estupendo relato, lleno de recuerdos y sentimientos que regresan.
    Un beso, Mery

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